¡Esto empieza a convertirse en una tradición! Todos los veranos viene Ramón, uno de los últimos cesteros profesionales asturianos, a dar un taller para aprender a trabajar el mimbre. Comimos rico, aprendimos mucho, y cada una se fue para casa con su cestita terminada. Además nos hizo un día de sol buenísimo y mis girasoles estaban a tope para alegrar y dar un toque de color al patio. Muchas gracias a todas por venir, y el próximo año más!!