Tenía pendiente publicar sobre este tema, pero hasta que no tuve el blog sentía que no encontraba el espacio apropiado. Tejer es un vicio «caro» y además las tejedoras tendemos a derrochar a lo loco, seguir las modas, y acumular stash. A raíz de la cuarentena, algunas personas aprovecharon para recuperar toda esa lana acumulada en los cajones durante años, y eso es genial, ¡confieso que ni yo misma sé a veces lo que tengo!

Como fan de las listas, el orden y los tips rápidos, te he preparado unos cuantos consejos que te pueden ayudar a tejer más conscientemente y ahorrar dinero. Por temporadas puede que no tengas un presupuesto demasiado amplio para gastar en lana, pero eso no tiene por qué estar reñido con tener siempre algún proyecto en las agujas, lo que las americanas llaman «knitting on a budget». Si se os ocurre algún bricoconsejo más, por favor, compartidlo en los comentarios y seguro que nos servirá de ayuda a todas ; )

  1. Aprende a sustituir las lanas por otras más económicas o accesibles:

Me sorprende que aún haya gente que cree que un patrón sólo se puede tejer con la lana que te indica el propio patrón. Tradicionalmente los patrones los publicaban las marcas ( o los encargaban a las diseñadoras ) para empujar la venta de sus hilos. Pero todo eso ha cambiado y por supuesto siempre y en todas las ocasiones podrás sustituir el hilo por otro más barato o que puedas encontrar en tu ciudad. Sólo debes fijarte en qué grosor de hilo pide el patrón (fingering, DK, worsted, etc) y buscar una lana de ese mismo grosor (mismos metros y mismo gramaje) ¡Así de fácil!

2. Sé monógama:

Ya sé que tendemos a acumular proyectos empezados, a abandonar ese jersey a la mitad porque nos dan pereza las mangas, o a empezar un nuevo par de calcetines cuando ves que ya casi acabas los que tienes sobre las agujas. ¡Yo la primera! Pero ojo, tengo excusa, vivo de ello, a veces publico patrones y cuando tienes una idea feliz, no puedes resistirte a montar puntos. ¿Qué excusa tienes tú? Sé estricta contigo misma. Disfruta de cada proyecto y no empieces un montón de cosas a la vez que no vas a acabar. Puedes marcarte alguna regla como: si un proyecto lleva más de un año en el cajón, deshaz y aprovecha el hilo para otra cosa.

3. Acércate a la biblioteca pública de tu barrio:

En todas las bibliotecas tienen una sección de manualidades. Seguro que encuentras algún tesorín vintage por ahí. Además, por lo menos en mi ciudad, puedes tener acceso al catálogo de otras bibliotecas de la misma red y encargar un libro que te interesa pero que se encuentra en otra biblioteca. Todo vuelve, nadie está inventando nada nuevo, si tienes soltura para leer patrones y modificar los detalles que no te gusten, seguro que puedes ahorrarte unos euros en patrones.

4. Invierte en libros:

Papel, bendito tesoro. Cuando me falla la inspiración, respiro y acudo a mi colección de libros de patrones japos. Un libro normalmente incluye 10 – 15 patrones, todos de proyectos diferentes y muy variados, no sólo prendas, así que es una buena manera de conseguir bastantes patrones por un precio más que razonable. Si escoges bien, seguro que te haces con una buena colección que nunca se pasará de moda. También las revistas son una buena opción. Elige ediciones cuidadas y editoriales con buena trayectoria. En el apartado «Libros y revistas» puedes encontrar mi selección para la tienda.

5. Entrena el ojo:

Las tendencias son pasajeras. Yo soy muy fan de estudiarme el Style.com cuando aparecen las colecciones de las marcas Pret a porter (era mi trabajo antes de Mimosa), pero como todas las modas, vienen y van. Si alguien me cuenta hace 4 años que íbamos a andar locas metiendo mohair a todo, no me lo creería. Algo tan ochentero y tan hortera, ¡a quién se le ocurre! Cuando vayas a comprar un patrón o a escoger materiales, párate 5 minutos y piensa si te lo vas a poner, si realmente lo necesitas, si ese color combina con lo que tienes en el armario, etc. Muy importante: si el hilo que has elegido no va a soportar el paso del tiempo, no malgastes tu dinero y tu esfuerzo en él. Elige materiales duraderos, invierte en un jersey básico pero tejido con una lana especial, que te abrigue y que sea tu jersey favorito durante muchos años.

6. Rebusca en Ravelry:

Ravelry es una comunidad online para tejedoras. Es gratuita y si no tienes cuenta creada, te recomiendo muy mucho que te registres. Tranquila, a mí me costó muchos años aprender a utilizarla bien. No te agobies, al principio sentirás que no entiendes nada y que la plataforma te supera. Podrás utilizarla, además de para descargar patrones (de pago o gratuitos, hay millones), para organizar tu stash, buscar inspiración para esos restos de lanas que tienes acumulados en el cajón, publicar tus proyectos, participar en foros, etc. Hace años, cuando no existía Instagram, ni YouTube, ni había tantos recursos para tejedoras, Ravelry fue mi templo. Descargaba muchos patrones gratuitos, proyectos pequeños para practicar y aprender cosas nuevas. Pero cuidadín con acumular más patrones de los que vas a tejer en 5 vidas, a la mínima se te puede ir la mano : P

7. Aprende a deshacer:

Tirar del hilo es un ejercicio de humildad. No conozco a nadie a quien le salga todo bien a la primera. Plantéatelo como un reto, no te frustres, tejer es un aprendizaje continuo. Identifica tus errores y aprende a deshacer cuando toque. No pasa nada, hazlo con cuidado para no estropear el hilo. ¿Sabías que las abuelas pasaban las lanas por encima de una pota con agua hirviendo para que recuperase su estado natural? Te dejo aquí un enlace al blog de mi amiga Clara de Pearl Knitter, tiene un artículo muy interesante sobre este tema.

8. Cuéntale a todo el mundo que te gusta tejer:

¿Parece una bobada? No sabes cuánta gente me regala revistas antiguas, agujas, y restos de hilo. Personalmente, tengo lana para parar un tren, y las agujas rectas metálicas antiguas no las toco ni con guantes, pero cuando estás aprendiendo a tejer o tu entorno sabe que tienes un nuevo hobby, siempre te regalan materiales. Los restos de algunos, puede ser tesoros para otros. Cuando fallece algún familiar, o cuando alguien hace limpieza o mudanza, estoy segura de que se acordará de tí y te guardará todos esos restitos. Pon cara de felicidad cuando te los entregue, dá igual lo que venga dentro, tú agradece mucho muchas veces y sonríe.

9. Proyectos para restos:

Todos acumulamos restos. Todos. Por muy experto que seas, es imposible calcular bien la cantidad exacta de hilo que necesitarás para un proyecto. Confieso que soy incapaz de tirar y desprenderme de las cosas. Así que imagínate la cantidad de restos que puedo tener. Además, en ocasiones, para gastarlos terminas comprando más lana. Es un misterio de la naturaleza. No le des más vueltas. Mi recomendación es que guardes todo y los organices por grosor. Algunos proyectos para restos pueden ser: jersey Solasta de Kindred Red y jersey no. 10 de My Favourite Things Knitwear para gastar restitos de mohair, los chales de Westknits para aprovechar todas las sobras de grosor fingering, el chal Nightshift de Andrea Mowry, el cuello Leftover City de Kacey Herlihy, o alguna manta de restos como la Manta de la Temperatura que tejió Merche de Te con Lana.

10. Consulta con la almohada:

Esto es un poco repetitivo, y tiene mucho que ver con el punto 5, pero para mí es tal vez la lección más importante que aprendí tejiendo. No importa si tejes a dos agujas, a ganchillo, si tienes poco o mucho presupuesto, si le dedicas mucho o poco tiempo, lo importante es que aprendas a valorar tu esfuerzo. En ocasiones me enfadaba cuando en la tienda oía cosas del estilo de «es que Mimosa es cara». Por supuesto, vendo lanas caras y exclusivas, que no encuentras en otras tiendas en España. Pero también vendo, por ejemplo, la Hverdagsuld de CaMaRose que es una lana orgánica 100%, importada de Dinamarca, con certificado STANDARD 100 DE OEKO-TEX®, mulesing free, etc. a 4€ el ovillo. Regalada. En ocasiones he pensado en subirle el precio porque me parecía que desmerecía el producto. Así que no seas vaga, investiga, lee etiquetas, consulta, compara, medítalo con la almohada y utiliza materiales top. Los tienes al alcance de tu mano. Más fácil aún: los tienes a golpe de click. Invierte en algo que te haga sentirte orgullosa, que luego vayas a utilizar, y que no se pase de moda.

¡Gracias por leer hasta aquí!

Laura